Salida del 7 de julio de 2022 a Camprodon y Llanars
Objetivos
Los objetivos de esta excursión son, en primer lugar, el de visitar el sendero del Ter, el sendero del Serrat de Queralbs y el sendero de las pasarelas de Llandrius. En segundo lugar, el de ascender, desde Llanars, al oratorio de l’Ascensió, que se ubica, más o menos, a mitad de la salida.
Características generales
Se desarrolla en el Pirineo de Gerona y, por ello, aunque no ascendamos a ninguna de las cumbres significativas de la zona, estamos ante un paisaje de alta montaña. El punto de altura máximo será el del oratorio de l’Ascensió, a 1352 metros.
Pasaremos por senderos junto al río Ter, y junto a la zona de cascadas de Llandrius, donde hay algunas pasarelas puestas a modo de puentecillos. En la subida y la bajada a l’Ascensió y desde l’Ascensió, cruzaremos prados, bosques de pinos, zonas de abedules, robles, hayas, fresnos, etc. También pasaremos por una zona poblada de helechos.
Tendremos vistas a las grandes cubres de la zona, como las Pasteres al suroeste, el Balandrau al Oeste, y el Canigó al nordeste. El Comanegra y la Alta Garrotxa recortan el cielo al este, y hacia el sur domina la silueta de la montaña de Sant Antoni.
Desarrollo de la salida
Va en dirección horaria. Dejaremos el coche en la calle Llandrius, cerca de la piscina municipal, e iremos en busca del Camí dels Enamorats. Después, cruzando Camprodon, nos dirigiremos hacia el sendero que une Camprodon y Llanars junto al río Ter. Por él, atravesando bosque fluvial, alcanzaremos el Pont del Molí (kilómetro 3,55).
Desde allí ascenderemos por las callejuelas hasta dar con la carretera, en el centro de Llanars. Por ella, pasando junto a la iglesia de Sant Esteve, iremos hacia la calle de la Font y l’Avinguda de les Saletes. Cuando acabé ésta, sobre el Km. 4,15 del recorrido, ascenderemos por una pista encementada. Al cabo de poco, tras una curva pronunciada y antes de entrar al recinto de una casa, a mano derecha, veremos una trocha. Nos va a enlazar con el sendero de subida a l’Ascensió.
El camino no está muy bien marcado, pero ayudándonos por el track, cruzando prados y bosques, la Barquera y el Camp de la Creu, ascenderemos hasta un sendero que se halla en lo alto de la sierra. Al final, sobre el Km. 7,31 y a mano derecha, daremos con una puerta en un pastor eléctrico. La hemos de cruzar. Por prados y pasando por más puertas de alambre, llegaremos al oratorio.
Desde allí, y después de contemplar las vistas, descenderemos en dirección sureste, primero por sendero y después por pista, hasta, más o menos, el Km. 8,59. Allí se inicia una serie de curvas. Cuando encontremos un cartel que nos avisa de la presencia de perros peligrosos, abandonaremos la pista para bajar otra vez por sendero hasta la Gironella (Km. 9,20) que es la casa donde se supone que deben estar los perros. Aunque había dos y ladraban, no parecían demasiado peligrosos.
Nada más pasada la casa, daremos con una pista asilvestrada que nos va a llevar al fondo de la riera de la Gironella. Siguiéndola durante unos pocos metros aguas arriba, daremos, a mano derecha y al otro lado de la corriente, con otra pista asilvestrada. Más adelante, veremos que está dominada por los helechos, dentro del bosque. Al final saldremos a un camino encementado.
Lo seguiremos hasta el Km. 10,5 del recorrido. Donde lo abandonaremos por una pista de tierra que más adelante se desdibuja en un prado. Siguiendo el track por la derecha del prado, daremos con otra pista muy asalvajada. Enmedio del bosque, la seguiremos, con todas sus curvas. Al final, sobre el Km 11,7, veremos una trocha junto a una valla de contención de ganado. Bajaremos por ella hasta que, después de un desmonte muy empinado, enlacemos con otra pista asalvajada que nos va a llevar a la carretera de Molló.
Andaremos por ella durante un corto espacio en dirección norte hasta que, en el Km. 11,9 demos con el puente y el camping dels Solans. Cruzaremos el puente para introducirnos en el aparcamiento de la entrada del camping para dar con el sendero de Llandrius. Después de un prado, nos introduciremos en el tramo de las cascadas y las pasarelas, aunque, por desgracia, cuando lo hicimos, apenas había agua y los torrentes estaban secos.
Finalmente, para acabar, llegaremos a la ermita de la Mare de Déu del Roure y a la calle Llandrius, que es donde empezaba el recorrido y donde se cierra.
Dificultades
Escasas. Sólo hay que tener cuidado en el sendero de Llandrius porque tiene tramos resbaladizos y estrechos. Por supuesto, hay que vigilar al cruzar la carretera. Además, considerando la presencia de perros en la Gironella y aún que parecía que no se trataba de animales peligrosos, vale más no hacer la salida en solitario.
Consideraciones técnicas
Apenas ninguna, ya que el track casi no ha necesitado edición
