Mare de Déu de la Pedra
Recorrido muy corto que tiene como única finalidad visitar el santuario de la Mare de Déu de la Pedra, majestuosamente encaramdo en la pared sur del Montsec, frente la población de Ager.
Recorrido muy corto que tiene como única finalidad visitar el santuario de la Mare de Déu de la Pedra, majestuosamente encaramdo en la pared sur del Montsec, frente la población de Ager.
Recorrido fácil y encantador diseñado para disfrutar de la vista de los macizos del Montsec leridano. No por ello el camino deja de tener su propia magia, principalmente el que sube desde la Régola hasta el Turo de les Torres pasando por la inesperada ermita de santa Eugenia, bella, sencilla y sobria. El camino que desciende hasta la cabana de Roger es muy áspero y pedregoso, por lo que se recomienda hacerlo de bajada, y no de subida, así que la dirección de la ruta recomendada es la de las horas.
Esta salida tiene el propósito de visitar tanto el congost de Mont-rebei, más concretamente el camino que se haya excavado a media pared en el abismo rocoso, como el espolón rocoso en el cual se haya la ermita de la Mare de Déu de la Pertusa, no menos espectacular que el propio congost. El track final alcanza un puente de hiero que cruza el río de la Noguera Ribagorzana, para regresar sobre sus pasos. No que decir tiene que el paisaje por el discurre el recorrido es espectacular y también sobrecogedor, ya que el transito por el congost infunde gran respeto. Aunque el camino excavado en la roca es lo suficientemente ancho como para caminar con seguridad, se recomienda ir con mucho cuidado.
Salida del 4 de agosto de 2014. Excursión sencilla y bonita en condiciones climáticas normales. Solo cabe destacar el fuerte repecho que se halla cerca de la cumbre. En general el Pic del Rosari no está catalogada como una de las cumbres emblemáticas de Pirineo, pero tanto por la facilidad de acceso como por la belleza de los paisajes que la rodean, lo convierten en una meta de montña apetecible si no quieres enfrentarte a ninguna dificultad, más allá de las asociadas a la altitud, por supuesto, y las inevitables cuestas.