Salida del 4 de octubre del 2020 a Mieres. El objetivo era el de explorar el sendero amarillo que parte directamente de Mieres y que asciende hasta el Coll de la Devesa. Después cerraría la excursión aprovechando todos los senderos con señales, pasando por el Coll de la Palomera, por las Pedres Picades y descendiendo por el sendero de la Freixa. Al final, casi toda la salida va por camino marcado, así que es bastante fácil de seguir.
He dejado el coche en el Carrer de Can Caló para pasar el puentecillo que enlaza con el paseo de la Riera del Merdançà. Por él nos acercaremos a la Cellera. Allí encontraremos las marcas amarillas que señalan el inicio del sendero. Cruzamos otro puentecillo de tablas y un poco más adelante (km. 1 del track, aproximadamente) daremos con una pista asfaltada. Es la vieja carretera de Mieres a Santa Pau. Este tramo está asfaltado hasta la Casica del Obrador, donde encontraremos ya el senderuelo que asciende hasta el Coll de la Devesa (Km. 3,72). Allí nos sumergiremos en la penumbra del encinar.
En la Devesa enlazaremos con el camino de Itinnerania que viene desde el Sallent y el Collveí. Por él ascenderemos primero por encinares y, finalmente, por hayedo hasta el Coll de la Palomera (Km. 5,42). En el Coll de la Palomera debemos buscar un cartelito de madera que nos indica el sendero de Mieres por las Pedres Picades. Lo tomaremos sumergiéndonos otra vez en bosque. Más adelante atravesaremos la pista (Km. 6,28) para reencontrarnos nuevamente con el sendero (Km. 6,35). Por él, pasando ya por el entorno boscoso de les Pedres Picades, alcanzaremos otra vez el camino ancho de tierra (Km. 7,03) que nos conducirá hasta el sendero de la Freixa (Km. 8,05), por el que descenderemos hasta otra pista forestal.
La abandonaremos muy pronto, sin embargo, porque veremos que las marcas amarillas se desvían hacia un prado (Km. 10,5). Flanqueándolo por la izquierda nos aproximaremos, cruzando diversos entornos, hasta la carretera asfaltada que antaño se conocía como el Camí del Coll de Ferré.
No la seguiremos por mucho tiempo, ya que en el kilómetro 10,3 del track abandonaremos la guía de las marcas amarillas para tomar un sendero saludable municipal bastante más interesante que la pista asfaltada. Por él alcanzaremos ya Mieres.
En general, se trata de una muy buena excursión y sólo se le ha de poner una nota negativa, que son los dos kilómetros de asfalto que hemos de recorrer para alcanzar la Casica. Aun así, como el entorno es muy agradable, tampoco se nos harán demasiado pesados, siempre que no andemos por ellos en verano. Todo lo demás es excelente, con fascinantes rincones de bosque con rocas recubiertas de musgos, y una cierta áurea de magia, la misma que distingue a la Sierra de Finestres en general.