A causa del calor hemos buscado una salida muy sencilla y de muy poco desnivel acumulado en un entorno agradable, y hemos ido a Sant Jaon de les Abadesses. La excursión empieza en esta población, y toma el GR hacia Ripoll, que encontraremos cerca del antiguo monasterio. Primero atraviesa un tramo de bosque que se halla junto a río Ter, y después toma una pista asfaltada hasta el puente de Ribamala, que no es el puente de un río sino de la antigua vía del ferrocarril, donde ahora está la vía verde conocida como Ruta del Carbó i del Ferro. Alcanzado este punto, el recorrido vira en redondo para dirigirse de nuevo a Sant Joan, pero ahora por este camino. Cuando alcanza Sant Joan, en lugar de entrar en el pueblo vuelve a tomar el GR y la ruta del Pirinexus para ir hasta la Colònia Llaudet. Para llegar a esta nueva plaza, pasada la Batllia, el track gira de nuevo hasta 180 grados para dirigirse al lecho del río Ter. Hay que descalzarse para vadearlo, aunque se aconseja volver para atrás y hacia Sant Joan si está muy crecido, ya que en ocasiones atravesarlo puede ser peligroso. Alcanzada la Colònia Llaudet volveremos a tomar otro tramo de la vía verde, y por ella volveremos a Sant Joan, cerrando la circular. Junto a la Colònia Llaudet veremos un puente colgante. Aconsejo no pasarlo, porque no está en sus mejores condiciones, y de hecho hay un cartel de prohibido el paso. A pesar de que circulamos por bastantes tramos asfaltados y de cemento, se trata de una salida atractiva y agradecida, principalmente a causa del entorno pirenaico donde discurre.
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