Facilísima salida con tramo urbano. No tiene ninguna dificultad, en todo caso, en la zona adyacente al Turó de Coromines hay un sector de sendero que apenas se dibuja en el campo y otro algo emboscado, aunque nada de ello en la medida suficiente como para que entrañe alguna dificultad apreciable. Aunque el itinerario está marcado en su totalidad como senderista en los mapas de ICC, desde Olot no hay ninguna señal hasta enlazar con la pista principal del Castell del Coll (kilómetro 3,7 del track). A partir de allí la referencia será siempre las marcas amarillas. En todo caso, se han hecho dos excepciones: en primer lugar, en el kilómetro 3,73 del track, he tomado un camino alternativo para explorarlo, aunque ya en el kilómetro 4,23 he vuelto a enlazar con el sendero clásico; la segunda excepción se sale del itinerario oficial para subir al Oratori de Sant Valentí (del Km. 4,74 al 5,20). A partir de ese punto seremos absolutamente fieles a las marcas amarillas.
La excursión tiene dos partes claramente definidas. Una urbana y otra por monte. La urbana, afortunadamente, discurre por vía verde y por una zona relativamente atractiva a la vista. La parte campestre nos va a regalar buenas vistas a Olot, al paisaje que la circunda, y buenos rincones de bosque, dominados por los encinares y por algún tramo de robledal. Se trata de un buen paseo para ratos perdidos.