Esta salida se corresponde con otras muchas que pensamos hacer a manera de exploración de la Serra de Malforat y su entorno más inmediato. La gracia de estas montañas es que se supone que no presentan nada espectacular y que, en consecuencia, tampoco están tan transitadas como el Collsacabra o la Sierra de Santa Magadalena de Cambrils, mucho más exuberantes y atractivas a la vista. Pero precisamente por ello adquieren una magia especial, ya que podemos estar caminando por sus senderos durante bastantes horas sin tropezarnos con ninguna alma. Además, a todos aquellos que nos gustan los bosques y que no podríamos vivir sin ellos, nos ha de parecer un lugar fantástico lleno de rincones encantadores. Al menos a mí me lo parece. Sólo hay que despertar los sentidos y nos encontraremos con algo tan sublime como el propio Collsacabra.