Salida del 16 de septiembre de 2019. El objetivo es el de alcanzar y visitar la singular formación geológica conocida como la “Muralla China”, al lado de la población abandonada de Finestres, en la Sierra del Montsec y al borde del pantano de Canelles. En la Ribagorza aragonesa pero también lindando con Lleida. La excursión empieza en el puente de Penavera, y hay que decir que ha habido una exploración previa de la pista que enlaza la carretera de Estopiñan del Castillo con él, para comprobar que lo pudiéramos alcanzar en coche. Así ha sido efectivamente. Primero se fue con un Dacia Sandero y el día mismo de la excursión con un Dacia Dokker. Debemos decir, sin embargo, que, en determinados puntos, aunque fueron unos pocos, se condujo a límite de las posibilidades de ambos vehículos, y que es mucho más prudente utilizar un todo terreno. En todo terreno, además, se podría llegar hasta la mismísima Finestres, no así en otra clase de coche, ya que hay puntos que me parecieron infranqueables a los mismos.
Para la excursión hemos tomado un track de Wikiloc, pero también hemos ido acompañados por un montañero de la zona. Desde el Puente de Penavera andamos por pista forestal hasta Finestres, el pueblo abandonado que se halla junto a la Muralla. El recorrido hasta el mismo hubiera sido algo tedioso si no fuera por las vistas al pantano de Canelles, que amenizaba la marcha con su azul verdoso reluciente. Alcanzada Finestres hay que acercarse hasta la ermita de San Marcos, donde se halla el mirador a la formación rocosa, que parece estar compuesta de distintos estratos sedimentarios puestos en pie por las fuerzas tectónicas. También tendremos una buena vista al pantano.
Después de San Marcos toca acercarse al castillo de Finestres y ermita de San Vicente. Esto supone que debemos bajar por un sendero hasta el fondo del barranco de Sabinós, para después remontar la pendiente hasta San Vicente. Así, desde el fondo, primero ascendemos por rocas, después por un bosque de encinas adornado con piedras recubiertas de musgo, de manera que, mágicamente, parecía que hubiera vuelto a un bosque de la Garrotxa. Finalmente, llegaremos a una especie de plaza natural donde veremos una cadena y unas escaleras de hierro (en una especie de mini vía ferrata) que nos van a permitir alcanzar la pequeña ermita, que sin tejado y cabalgando la muralla y las formaciones rocosas, domina la parte este de la muralla. Desde allí también disfrutaremos de una vista singular al resto de la muralla y, como no, del pantano.
Para regresar, tendremos que desandar lo andado, aunque cuando hayamos remontado la pendiente del lado occidental del barranco tomaremos una variante para volver al pueblo abandonado. El regreso final al puente de Penavera por la misma pista por la que hemos venido ha sido tedioso principalmente por causa del calor inesperado de estos días.
Powered by Wikiloc