Salida del 31 de enero de 2019 al Coll de Bestracà. La salida empieza en el aparcamiento de tierra de Oix, y toma el sendero marcado en amarillo que conduce al puente medieval. Pasa de largo el puente y también, más adelante, el sendero de ascenso hasta Santa Bàrbara de Pruneres, ya que se dirige directamente al Pont Trencat. Desde el Pont Trencat toma dirección a la Vall del Hormoier, pero antes de cruzar el congosto que separa el macizo del Ferran del Bestracà, remonta la pista de les Romegueres. Cuando se acerca al Torrent de les Romegueres, a unos 570 metros de altitud, abandona el camino ancho para seguir un sendero estrecho que, aunque está marcado con hitos de piedra, no tiene señales amarillas ni de ningún otro color y no es muy fácil de rastrear, de manera que quizá necesitemos la ayuda del GPS más que en otros sitios. Subiéndolo, alcanzaremos el Coll de Bestracà. Desde allí tomamos otro sendero amarillo que nos va a conducir al Coll de la Rabasa y al Camp de la Guila, donde enlazaremos con la carretera. Siguiéndola unos 500 metros en dirección Oix, encontraremos la pista del vecindario de la Pera. Nos introducimos en ella, y antes bajar al Castell y a Sant Miquel de la Pera, tomamos la vieja pista forestal que nos llevará a Costejà y a Oix.
Hemos tenido que editar el track para corregir errores en el trayecto, ya que en una zona nos hemos equivocado de camino. Se ha filtrado con Google Earth para eliminar incongruencias temporales y después se ha guardado en GPX.
Salida del 31 de enero de 2019 al Coll de Bestracà. La salida empieza en el aparcamiento de tierra de Oix, y toma el sendero marcado en amarillo que conduce al puente medieval. Pasa de largo el puente y también, más adelante, el sendero de ascenso hasta Santa Bàrbara de Pruneres, ya que se dirige directamente al Pont Trencat. Desde el Pont Trencat toma dirección a la Vall del Hormoier, pero antes de cruzar el congosto que separa el macizo del Ferran del Bestracà, remonta la pista de les Romegueres. Cuando se acerca al Torrent de les Romegueres, a unos 570 metros de altitud, abandona el camino ancho para seguir un sendero estrecho que, aunque está marcado con hitos de piedra, no tiene señales amarillas ni de ningún otro color y no es muy fácil de rastrear, de manera que quizá necesitemos la ayuda del GPS más que en otros sitios. Subiéndolo, alcanzaremos el Coll de Bestracà.