Esta vez he ido al extremo más oriental de la Sierra del Malforat, a la Muntanya de Vivers, para marcar los tramos de camino que nos faltaban para enlazar un recorrido que siga toda la sierra, de extremo a extremo, desde Castellfollit de la Roca hasta el collado de Capsacosta. Si descontamos el coll de Vivers, que para mi tiene un extraordinario encanto, esta circular no tiene nada que se pueda destacar. Esto no significa que no encontremos tramos de bosque francamente interesantes, y hay que decir que desde la Badosa al Campàs los caminos ya empiezan a marcar el carácter más indómito que caracteriza toda la sierra. Si hay que destacar alguna dificultad, cabe decir que he tenido que cruzar varias veces el Torrent de Vivers y que estaba bastante cargado de agua, cosa que me ha obligado a descalzarme dos veces.