Salida del 11 de agosto de 2019. Los viejos planos nos pueden ayudar a diseñar excursiones fuera de todo itinerario clásico, ya que si andamos mucho y repetimos senderos, la rutas marcadas y tradicionales pueden acabar por aburrirnos. Además, la labor de exploración y sus riesgos (me refiero básicamente a que a veces tienes que desandar lo andado por bastantes kilómetros porque no puedes continuar por el camino dibujado) son en sí mismo un aliciente y una diversión añadida. Así, estos trayectos planificados sobre los mapas antiguos a veces salen bien y otras bastante mal, ya que muchos senderos se han perdido, han sido engullidos por la naturaleza y el bosque o han sido cortados o eliminados por barreras y modificaciones del entorno causadas por el hombre.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo